Cuando hablamos de autoestima nos referimos al concepto que tiene uno de sí mismo: su valía, capacidad… es decir, sentirse bien y creer en uno mismo.
Una baja autoestima influye en todos los ámbitos de la vida del estudiante, no solo académicamente sino también familiar y socialmente. Con una autoestima alta, el niño tendrá uno de los principales ingredientes para desarrollar todo su potencial. Por eso, si queremos que nuestro hijo se encuentre mejor consigo mismo, podemos tener en cuenta los siguientes consejos:
• A veces los padres reñimos por algo malo que han hecho nuestros hijos y sin embargo, parece que se nos olvida felicitarlos cuando hacen cosas bien; sencillamente se dan por hecho. Por ejemplo, a un niño al que le cuestan las matemáticas y con mucho trabajo ha sacado un 5, en lugar de destacar todo su esfuerzo le decimos frases como:” es tu obligación”. De vez en cuando no viene mal un reconocimiento a lo que hacemos, incluso en nuestro trabajo también nos anima que nos feliciten, ¿verdad?.
• Destacar no solo sus capacidades académicas sino humanas en el ámbito familiar y social. Por ejemplo, puede que nuestro hijo no sea el mejor estudiante del mundo ( y debemos hacer porque mejore) pero tal vez sí destaque en otros ámbitos: jugando al baloncesto, como hermano sea generoso, amigable, divertido, cariñoso….
• No califiquemos al niño por un hecho puntual, este suele ser un error más frecuente de lo que parece. Un ejemplo es cuando nos mienten con la nota de un examen. Es evidente que mentir no está bien y tendremos que averiguar el porqué de la mentira para que no lo siga haciendo. Pero, el hecho de que puntualmente no haya dicho la verdad no le convierte en un niño mentiroso.
DIba Marcos